El 2 de Noviembre de cada año, se celebra el Día de los Difuntos,
conocido también como el Día de los Muertos; esta celebración religiosa
se sabe que inicia en el año 998, cuando San Odilón, abad del Monasterio
de Cluny, en el sur de Francia, agrega esta fecha al calendario
católico, consagrando este día como especial, para orar por las almas de
los fieles que habían fallecido, es aquí cuando inicia la celebración
de "los Files Difuntos".
Los indígenas celebran la fiesta de la siembra y la fertilidad, ellos
tenían la costumbre de ofrecer comida y bebida a los difuntos, con la
finalidad de obtener buenas cosechas, esta celebración se la realizaba
al inicio de la temporada de invierno, es decir cuando termina la
temporada seca y la tierra vuelve a ser fértil.
En nuestro país, esta celebración es una mezcla de la cultura aborigen y
la cultura de los conquistadores, llena de ritos paganos y católicos.
En Loja, la celebración del día de los difuntos es muy variada
dependiendo de las tradiciones familiares, existen personas que la noche
del 1 de noviembre acuden al cementerio y permanecen durante toda la
noche velando y orando a sus familiares que han partido, otros preparan y
llevan la comida al cementerio para compartir frente a la tumba de sus
seres queridos, y finalmente hay quienes les llevan música a sus
familiares.
Pero la tradición que se mantiene en la mayoría de las familias lojanas,
es la de acudir al cementerio, realizar una limpieza de la tumbas,
decorarlas con flores, orar por el alma de sus familiares y participar
de la misa que ofrece el Obispo de Loja en la Cruz Central.
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